¿Estás pensando en comprar un filtro de agua? Aprende qué es importante antes de decidir

En España, el agua del grifo suele cumplir la normativa de calidad, pero el sabor, el olor, la dureza y la presencia de sedimentos varían según la fuente y el tratamiento municipal en tu área. Por eso muchas personas consideran un filtro doméstico: no todos actúan igual ni requieren el mismo mantenimiento. Antes de comprar, conviene valorar el tipo de contaminantes que te preocupa reducir, el tamaño del hogar, el espacio disponible y el presupuesto para recambios a lo largo del año.

Tipos de sistemas de purificación disponibles

Las jarras con carbón activado son una puerta de entrada asequible. Reducen cloro libre, mejoran sabor y olor y retienen partículas finas. Su capacidad por cartucho es limitada y el caudal es bajo; además, requieren recambios frecuentes para mantener el rendimiento. Ideales para hogares pequeños con consumo moderado.

Los filtros de grifo y bajo encimera de bloque de carbón activado ofrecen un caudal mayor y una filtración más estable. Suelen reducir cloro, subproductos del cloro y algunos metales en niveles variables según el modelo y sus certificaciones. Los de bajo encimera liberan espacio en la encimera y permiten instalar grifos dedicados.

La ósmosis inversa (OI) utiliza una membrana semipermeable y, a menudo, un depósito de almacenamiento. Es eficaz reduciendo sólidos disueltos, nitratos, y otros compuestos disueltos. Requiere presión adecuada, genera un rechazo de agua durante el proceso y precisa un mantenimiento programado de pre/postfiltros y membrana.

Los sistemas UV se emplean como desinfección para inactivar microorganismos, siempre combinados con filtración previa que elimine turbidez. Los descalcificadores por intercambio iónico no son filtros de potabilización: reducen la dureza (cal) para proteger electrodomésticos y mejorar la formación de jabón, pero no sustituyen a una filtración para consumo. También existen prefiltros de sedimentos para retener arena o partículas en instalaciones con depósitos o pozos.

Velocidad de filtración y capacidad: ¿en qué afectan?

El caudal (litros por minuto) y la capacidad del cartucho o depósito condicionan la experiencia diaria. En jarras, el caudal real depende de la gravedad: suelen tardar varios minutos en filtrar una jarra completa y resultan adecuadas para consumos puntuales. Los filtros de grifo pueden ofrecer entre 0,4 y 1,0 L/min según el cartucho y la presión. Los sistemas bajo encimera de carbón activado alcanzan caudales más cercanos al uso culinario cotidiano.

En ósmosis inversa, el caudal instantáneo suele ser bajo, por lo que se recurre a un depósito (habitualmente 5–12 litros útiles). Cuando el depósito se vacía, la reposición lleva tiempo, algo a tener en cuenta en hogares grandes. Valora también la relación de rechazo de agua en OI; los equipos recientes mejoran la eficiencia, pero sigue existiendo un volumen de agua que no pasa a consumo durante el proceso.

La capacidad de un cartucho (litros filtrados antes de recambio) influye en el coste anual y la constancia del rendimiento. Un cartucho sobredimensionado para el consumo del hogar puede envejecer por tiempo más que por litros, mientras que uno pequeño en un hogar grande exigirá recambios muy frecuentes. Revisa siempre la vida útil indicada por el fabricante y, si es posible, las certificaciones que avalan dichos datos.

Elegir según calidad del agua, hogar y presupuesto

Empieza por identificar necesidades. Si tu prioridad es mejorar sabor y olor del agua del grifo municipal, un filtro de carbón activado (jarra o grifo) suele ser suficiente. En zonas con mucha cal, un descalcificador protege instalaciones, y puedes combinarlo con filtración de consumo si buscas mejorar el perfil organoléptico. Si necesitas reducir sólidos disueltos o nitratos por encima de niveles habituales, la ósmosis inversa aporta una reducción amplia, especialmente útil para cocinar e infusiones.

Considera el tamaño del hogar y los hábitos. Para una o dos personas, una jarra o un filtro de grifo pueden ser prácticos. En familias, un filtro bajo encimera o una OI con depósito evita esperas. Si el agua proviene de pozo o depósito privado, la desinfección (UV) con prefiltración es un complemento importante, junto con análisis periódicos mediante servicios locales o laboratorios en tu área.

El presupuesto no es solo el precio inicial: incluye recambios, energía (en algunos sistemas) y mantenimiento anual. Compara el coste por litro estimado y la disponibilidad de cartuchos. Comprueba certificaciones reconocidas (p. ej., normas NSF/ANSI para reducción de cloro, partículas o compuestos concretos) y la transparencia del fabricante sobre la vida útil real en condiciones domésticas.

Para orientar el presupuesto, estos ejemplos muestran rangos habituales en España y algunos proveedores reales disponibles en el mercado. Son referencias útiles para calcular coste inicial y de mantenimiento.

Los precios, tarifas o estimaciones de coste mencionados en este artículo se basan en la información más reciente disponible, pero pueden cambiar con el tiempo. Se recomienda realizar una investigación independiente antes de tomar decisiones financieras.

En resumen, el filtro adecuado es el que responde a una necesidad concreta con un coste total asumible y un mantenimiento realista. Valora la calidad del agua disponible, el caudal que necesitas a diario y la compatibilidad con el espacio de instalación. Revisar certificaciones y calcular el coste por litro te ayudará a tomar una decisión informada y sostenible a medio plazo.